En primer lugar, los gastos de un piso, casa o cualquier tipo de vivienda dependen del precio de ésta. Sin embargo, puede calcularse fácilmente, ya que suelen ser alrededor del 12% del precio de venta. Y, en segundo lugar, en Cataluña, la compraventa de viviendas deben pagar un 10% de Impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), a los que hay que sumar los gastos notariales, que pueden subir sobre unos 700€ más unos 350-400 € para el Registro de la Propiedad.

Los impuestos son del 10%, sea vivienda nueva (IVA) o vivienda de segunda mano (ITP – Impuesto de Transmisiones Patrimoniales). Y de un 5% si se cumplen unos requisitos, como renta anual y edad.

El vendedor deberá pagar dos impuestos, a hacienda y al ayuntamiento (Impuesto sobre el Incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana – IIVTU). El primero se paga en la declaración de la renta, oscilando entre el 19% y el 23% sobre las ganancias patrimoniales. El segundo, la plusvalía municipal, va del 2,8% al 3,7%.

Para valorar la vivienda adecuadamente a las circunstancias de mercado: zona, estado del piso, características de ésta, evolución del mercado inmobiliario… La mejor opción es dejar esta valoración a un experto inmobiliario, puesto que es experiencia ayudará a valorar la propiedad en su justa medida y agilizar la venta, porque un sobreprecio se estancará la venta, y un menor precio nos haría perder dinero.